Por otro lado, también se le conoce como oráculo al lugar donde se realiza la pregunta y es importante mencionar que hay muchos lugares significativos en la antigüedad y que la mayoría de ellos pertenecen a la antigua Grecia. Los romanos heredaron los oráculos de los griegos y crearon los propios. Por su parte las sacerdotisas son fundamentales en el uso del oráculo; los interesados en consultar el oráculo, acostumbraban a entrevistarse con las sacerdotisas días antes a la consulta formal.
Quienes consultaban el oráculo eran personas de todas las clases sociales. Son muy pocos los datos que se tienen acerca de los rituales que se realizaban para consultar el oráculo, pero de lo que si se tiene conocimiento es que las sacerdotisas se sentaban en una especie de trípode situado en el templo Adition y se encontraba en el fondo del templo Apolo (Dios de la música). En la antigüedad la consulta del oráculo era una actividad que se realizaba a diario y en muchas ocasiones, las personas que lo consultaban dependían totalmente de él.
En el comienzo de la práctica de oráculo, las sacerdotisas entregaban las respuestas en forma de verso, pero algunas personas veían extraño que las predicciones tuvieran mal ritmo, siendo que Apolo era quien las dictaba, por lo que las sacerdotisas optaron por entregarlas escritas y dejaron de cantarlas.
Hasta la actualidad la eficacia del oráculo sigue siendo causa de estudio por historiadores modernos y sin duda alguna es por el número de aciertos que dió el oráculo de Delfos en su época, e incluso nadie que haya solicitado una consulta se atrevió a desmentirle. Es precisamente esta una de las razones por las que existen leyendas sobre las actividades de un oráculo. También es importante hacer hincapié en que hubo épocas en las que el oráculo se consideraba como un elemento pagano.
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