En algunos momentos de la historia de la humanidad las actividades que tienen que ver con lo desconocido eran prohibidas y perseguidas. Ahora la adivinación ha evolucionado como arte y se ha transformado en una herramienta muy poderosa para adivinar o conocer el futuro y muchas personas cuando tienen preocupaciones, dudas o necesitan conocer aspectos de su porvenir, acuden a los tarotistas
Los tarotistas deben ser capaces de interpretar el significado de las cartas que aparecen en la tirada para transmitir el mensaje a quien lo solicita y lo deben de hacer mediante comunicación fluida y positiva. La gente dedicada a ayudar a los demás, con generosidad, buena disposición e intuición, también deben saber escuchar con empatía y comprensión.
Es muy fácil diferenciar a un verdadero tarotista de un farsante, ya que un verdadero tarotista nunca hace preguntas, sino que se va guiando por su intuición y ayuda del tarot, además es capaz de hablar acerca de nuestro pasado sin que antes le hayamos mencionado algo al respecto, debido a que son personas con mucha sensibilidad.
Como en toda profesión, los tarotistas siguen un código ético o código deontológico, en el cual, hay una serie de valores que hacen diferencia entre un verdadero profesional y una persona oportunista.
Los tarotistas nunca tratan de imponer, únicamente de asesorar, deben tener la preparación suficiente, no intentarán causar daño a alguien, están sometidos bajo secreto profesional, por ninguna razón deben discriminar a sus clientes, no deben realizar lecturas a menores de edad y harán uso de las cartas del tarot como herramienta de conocimiento. La persona que desea consultar e tarot, debe hacerlo directamente a un tarotista, sin que haya intermediarios, así se logrará un mejor resultado.
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